Se presenta un estudio que examina la transferencia de emociones entre especies a través de los olores corporales (quimoseñales).
¿Proporcionan los olores corporales humanos (quimoseñales) producidos en condiciones emocionales de felicidad y miedo información detectable por los perros de compañía (labradores y golden retrievers)?
Las muestras de olor se recogieron de la axila de donantes masculinos que no participaron en el experimento principal. El montaje experimental consistió en la presencia conjunta del dueño del perro, un extraño y el dispensador de olores en un espacio en el que los perros podían moverse libremente. Hubo tres condiciones de olor [miedo, felicidad y control (sin sudor)] a las que los perros fueron asignados aleatoriamente. Las variables dependientes fueron los comportamientos relevantes de los perros (por ejemplo, acercarse, interactuar y mirar) dirigidos a los tres objetivos (dueño, extraño, dispensador de sudor) aparte de los indicadores de estrés y frecuencia cardiaca de los perros.
Los resultados indicaron con gran precisión que los perros manifestaron los comportamientos previstos en las tres condiciones.
Hubo menos y más breves conductas dirigidas al dueño y más conductas dirigidas al extraño cuando estaban en la «condición de olor feliz» en comparación con las condiciones de olor a miedo y control. En la condición de olor a miedo, mostraron más conductas estresantes. Los datos de frecuencia cardiaca en las condiciones de control y feliz fueron significativamente más bajos que en la condición de miedo.
Nuestros hallazgos sugieren que la comunicación emocional entre especies se ve facilitada por las quimoseñales.
Fuente original del estudio (en inglés): https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/28988316/